Deseo sexual bajo en mujeres: causas reales y cómo reactivarlo sin hormonas
- 29 jun
- 5 Min. de lectura

No estás rota. No estás sola.
Y no eres menos mujer por no tener ganas de sexo.
“El deseo femenino no es una bombilla que se prende o se apaga”.
Es más bien como una fogata:
necesita espacio, oxígeno, atención… y tiempo.
El deseo sexual no desaparece sin motivo. El cuerpo siempre está hablando. ¿Lo estás escuchando? (En colaboración con colectivo femenino.)
La falta de deseo sexual en mujeres no es un fallo, ni mucho menos una condena. Es una señal. Y como toda señal corporal, merece ser escuchada, no silenciada. Cada vez más mujeres experimentan esta desconexión íntima sin entender por qué. Pero la ciencia, la neurobiología y la salud emocional tienen respuestas claras.
Vamos a desmantelar el mito de que “el deseo simplemente se va” y, en cambio, entender por qué tu cuerpo puede haber apagado esa chispa. Y lo más importante: cómo volver a encenderla sin forzarte, desde el placer, el amor propio y la biología femenina.
5 causas frecuentes que pueden estar apagando tu deseo sexual
1. Estrés crónico y fatiga mental
Tu cuerpo no puede diferenciar entre un depredador real y una bandeja de entrada con 85 correos pendientes. El estrés activa el sistema nervioso simpático, conocido como modo lucha o huida, y cuando eso ocurre, el deseo sexual queda fuera de la lista de prioridades.
Un estudio publicado en Archives of Sexual Behavior (2014) evidenció que niveles elevados de cortisol están directamente relacionados con una disminución significativa en la excitación sexual femenina. Tu cuerpo prioriza la supervivencia, no el placer.
Solución: técnicas de respiración diafragmática, mindfulness y pausas conscientes pueden ayudarte a salir del estado de alerta.
2. Desbalances hormonales:
desde el SPM hasta la menopausia
El deseo femenino está profundamente vinculado a los niveles de estrógeno, progesterona y testosterona. Durante el síndrome premenstrual, el posparto o la menopausia, estas hormonas pueden fluctuar drásticamente.
Lo que pocas mujeres saben es que incluso una leve caída en la testosterona libre puede afectar el deseo sexual. Según un metaanálisis publicado en The Lancet Diabetes & Endocrinology (2019), las terapias que optimizan testosterona muestran mejoras clínicas en deseo, aunque no son la única solución.
Solución: una alimentación antiinflamatoria, ejercicio de fuerza y chequeos hormonales pueden apoyar tu equilibrio sin recurrir a fármacos.
3. Desconexión emocional o resentimiento con la pareja
La sexualidad femenina es profundamente relacional. Si hay enojo no resuelto, caricias ausentes o silencios cargados, el cuerpo lo siente. La oxitocina —la hormona del vínculo— necesita seguridad emocional para fluir.
Estudios del Dr. John Gottman, pionero en relaciones, confirman que los niveles de intimidad emocional predicen la satisfacción sexual más que la frecuencia del sexo.
Solución: hablar desde la vulnerabilidad, pedir lo que necesitas sin culpa y fortalecer la complicidad emocional en pareja.
4. Uso de anticonceptivos hormonales
Algunas píldoras anticonceptivas reducen la producción de testosterona libre, afectando el deseo sin que lo notes. Esto ocurre por el aumento de la globulina transportadora de hormonas sexuales (SHBG), que “secuestra” a la testosterona disponible.
Un artículo de The Journal of Sexual Medicine (2013) mostró que las mujeres usuarias de anticonceptivos orales reportaron menor deseo espontáneo, incluso después de suspender su uso.
Solución: consulta opciones anticonceptivas no hormonales o de menor impacto androgénico si percibes cambios en tu libido.

5. Imagen corporal deteriorada
Tu cuerpo no tiene que ser perfecto para ser deseable. Pero si tú no te sientes cómoda, será difícil entregarte al placer. El deseo femenino está profundamente vinculado al autoestima corporal.
Investigaciones en Body Image Journal indican que mujeres con mayor autoaceptación muestran más frecuencia y satisfacción sexual, independientemente de su IMC.
Solución: cambia el enfoque: no te mires para criticarte, mírate para reconocerte.
¿Y ahora qué? Cómo reactivar tu deseo sexual de forma natural y científicamente respaldada
1. Escucha a tu cuerpo sin juicio
El deseo no se exige: se cultiva. La autoexploración es una vía legítima para reconectar con tu sexualidad. La masturbación consciente no solo libera dopamina y oxitocina, sino que te ayuda a descubrir lo que realmente disfrutas sin expectativas ajenas.
2. Nutre tu cuerpo como si fuera sagrado (porque lo es)
Tu balance hormonal empieza en el plato. El zinc (en semillas de calabaza, mariscos), el omega-3 (en nueces, chía, salmón salvaje) y el magnesio (espinaca, cacao puro) son aliados del eje hipotálamo-hipófisis-ovarios, que regula gran parte de tu deseo sexual.
Comer bien no solo es para verte bien. Es para volver a sentirte tú.
3. Practica movimiento que encienda tu energía vital
No tiene que ser una rutina de gimnasio. Basta con moverte de forma libre y presente: bailar, caminar, hacer yoga o incluso estirarte con intención. El movimiento consciente mejora la circulación pélvica y activa neurotransmisores del placer.
Tu cuerpo no está roto. Solo necesita moverse con gozo.
4. Prioriza el descanso como parte de tu salud sexual
Un estudio en Journal of Sexual Medicine (2015) confirmó que cada hora extra de sueño se asocia con un aumento del 14% en el deseo sexual femenino al día siguiente. El insomnio no solo agota: desconecta tu eje hormonal y emocional.
Dormir es terapéutico. Y también puede ser afrodisíaco.
5. Trabaja tu intimidad emocional cada día
El deseo no nace entre las sábanas: nace en los mensajes de apoyo, en las miradas que validan, en los espacios seguros para ser tú misma. Construir intimidad emocional es uno de los afrodisíacos más potentes y sostenibles.
La mejor forma de reactivar tu deseo… es sentirte deseada primero por ti.
No estás sola. No estás rota. Estás en pausa. Y puedes volver a encender tu fuego.
Cada etapa de la vida femenina trae desafíos, pero también oportunidades para reconectar con una sexualidad más auténtica, libre de tabúes y sostenida por ciencia y autoconocimiento.
No es necesario “volver a ser como antes”. Es momento de descubrir quién eres ahora y cómo puede ser el deseo en esta nueva versión de ti misma.
¿Qué dice la ciencia?
En un ensayo clínico de Archives of Sexual Behavior (2020), las mujeres que realizaron prácticas de mindfulness sexual durante 8 semanas reportaron un aumento del 28% en deseo espontáneo y satisfacción íntima.
Un metaanálisis de la Universidad de British Columbia (2018) encontró que los niveles bajos de zinc y magnesio están relacionados con trastornos del deseo en mujeres en edad reproductiva.
La investigación de Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism (2017) demostró que el ejercicio regular eleva la sensibilidad a la dopamina, clave para el deseo sexual.
Soluciones prácticas del día día
Hay muchas formas de reencontrarlo.
Sin forzarte.
Sin fingir.
Con amor propio.
Con estrategia.
Con ciencia.

Haz tu cita. Porque tu placer también es salud. Y tu deseo, un derecho que merece atención, respeto y guía profesional.
Referencias Bibliográficas:
Mindfulness-Based Sex Therapy in Women with Hypoactive Sexual Desire Disorder
Zinc and magnesium status in sexual function in women
Sleep and next-day sexual desire in women
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